Los científicos suelen tener fama de ser personas que trabajan en temas difíciles y aburridos que resultan completamente ajenos a los intereses de la gente. Pero desde que el primer ser humano se sentara junto a las brasas del fuego mucho se ha reflexionado sobre los enigmas de nuestra existencia, una que desde hace más de un año todos hemos observado con los ojos del temor tras el estallido de la pandemia por COVID19, que ha puesto de manifiesto, como muy pocas veces antes, el papel relevante de la ciencia, junto con el sistema de salud, en la obtención e interpretación de datos y en proponer estrategias para la resolución de la crisis.

La ciencia lejos de ser aburrida es divertida, y si no que se lo pregunten a Jorge Asensio, un profesor de matemáticas que, a sus 40 años, lleva desde el año 2005 al frente de Ciencia Divertida Almería. “Ciencia y diversión es posible y debe de serlo”, afirma. A través de la experimentación los niños descubren el mundo que les rodea. Esta interacción con el entorno comienza en los primeros años de vida.

“El problema es que luego cuando se convierte en una obligación y sobre todo en un sistema educativo con un currículum muy denso se tiende a mecanizar todas las ciencias y a enseñarlo a través de un libro y una libreta”, sostiene este apasionado de la ciencia que pone de relieve además que “nuestro sistema educativo a nivel teórico es muy bueno, pero nos falta la parte práctica. Pero si tú a un niño le planteas la ciencia desde una perspectiva práctica, aunque luego se profundice con temas teóricos, el aprendizaje cambia”. Por eso Ciencia Divertida es una herramienta más de la educación. “La ciencia debe ser siempre divertida para que el aprendizaje sea significativo y se cristalice”, apostilla.

Cuando a los 21 años de edad Jorge Asensio y su socio ponían en marcha su empresa Creailusión con la que ofrece servicios de ingeniería, consultoría de calidad, medio ambiente, seguridad y salud, entre otros no imaginaba que tiempo después ampliarían miras con la divulgación científica y educación en valores a través de Ciencia Divertida.

Un proyecto que comenzó con el boceto improvisado de un plan de empresas en una servilleta mientras dos amigos, amantes de la educación y la ciencia, tomaban un café se ha convertido en una empresa consolidada que tiene como eje central la certeza de que no hay como aprender jugando. “Decidimos apostar por ese modelo de negocio hacer la ciencia divertida”, explica Asensio.

Una apuesta decidida que ha resultado ser un éxito, Ciencia Divertida es una empresa consolidada

Desde entonces, miles de niños desde los tres y hasta los dieciséis años han podido aprender jugando gracias a sus cientos de talleres, todos manipulativos, que van desde física cuántica, química, biología, hasta aspectos relacionados con la salud e incluso la seguridad vial. “No podría contar la cantidad de talleres que tenemos, pero más de 300”, matiza. A los que hay que sumar “excursiones escolares, que este año tenemos diez, y un planetario que se hincha en los colegios, además de las actividades teatralizadas en las que se pueden encontrar unos once teatros y monólogos, de ciencia y de valores, así como unos juegos de escape room, cuatro: uno sobre seres vivos, otro en francés, uno de matemáticas y otro digital sobre violencia de género”.

Divulgación científica por todos los rincones de la provincia

Este último juego lo creó durante la pandemia que “nos golpeó muy duro”, pero no dejaron de crear contenidos. Además, dada su trayectoria y a ser una empresa consolidada y solvente pudieron hacer frente al “parón” mejor que en la crisis anterior, la del ladrillo, “ahí sí fue más duro. Muchas administraciones hicieron un parón en sus presupuestos e incluso nos llegaron a deber dinero, fue una crisis muy dura, pero nos reinventamos”, recuerda orgulloso.

El año antes de la pandemia “movíamos a 15.000 niños por curso escolar. Desde mitad de octubre hasta junio”, afirma. Este nuevo curso lo afronta con ilusión y con el objetivo de “llegar al menos a la mitad de niños que en un año normal antes de la pandemia, pero sobre todo con el deseo de que mis trabajadores sean felices. No se trata de hacer más volumen de trabajo sino de que lo disfruten. No hagamos solamente felices a los niños o profesores”.

Ponen en escena obras de teatro educativo para inculcar valores

Ciencia divertida es una pequeña comunidad. No solo está en Almería, donde es la empresa líder en la provincia en el sector de la educación y entretenimiento infantil basado en ciencias, sino que existe en diferentes provincias y países. “Compartimos el conocimiento que vamos creando. De forma que cuando yo he generado algún contenido o se ha generado en Argentina, Estados Unidos o Sevilla, por ejemplo, lo compartimos entre todos”, subraya. Los miembros de Ciencia Divertida “somos creadores de contenido, sobre todo los que hemos tenido un espíritu científico”, matiza. Y nadie con más espíritu que él ni mayor conocimiento a juzgar por su amplia formación ya que es ingeniero, pedagogo, profesor de matemáticas y doctor en educación.

Jorge Asensio cuenta con una amplia experiencia y formación sumado a sus ganas de aportar a la sociedad

A lo largo de su trayectoria son muchas las personas que se ha encontrado que le han dicho: “yo estuve en una actividad tuya y ahí me di cuenta de que quería ser científico”, “es la mayor satisfacción para mí. Levantar esa pasión es lo más bonito”, afirma orgulloso. En ocasiones “no se reconoce el trabajo de la educación no formal, y comentarios como ese me demuestran que Ciencia Divertida también puede despertar una vocación”, concluye.

Ciencia Divertida Almería tiene sus instalaciones en Huércal de Almería, en la calle Pirita, desde donde se trasladan tanto para la realización de actividades con escolares como para eventos particulares, desde cumpleaños a comuniones, y es que cualquier evento es bueno para contar con ocio educativo basado en las ciencias.

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