Entrar en la peluquera de Gema es como hacerlo en su casa. Recibe con los brazos abiertos, llena de ilusión y orgullosa, con una sonrisa que nunca falta en su rostro y que pese a la mascarilla esta se vislumbra a través de sus ojos, como esos padres que ansían la llegada de la Navidad para sentar en su mesa a sus hijos, compartir historias y momentos mágicos.

Con ella los compartes. Es peluquera y, un poco, también ejerce de psicóloga “terminas siéndolo. No solo con clientes de siempre si no que muchas personas que vienen por primera vez, parece que les transmito calma y me cuentan sus cosas”, explica Gema, que de apellido no podía tener otro que le fuera más como anillo al dedo, Tijeras.

La calma que transmite también llega a los más pequeños.

Parece que era su destino desde que sus padres se conocieran “sí, eso es así”, afirma entre risas. Gema Tijeras tiene su peluquería en la céntrica calle Carretera Campamento número 2, en Huércal de Almería. Es una peluquería unisex que abría sus puertas hace casi una década, aniversario que celebrará en el mes de marzo del año 2022.

Desde entonces son muchos los clientes, en su mayoría mujeres, que piden cita para ponerse en sus manos y es que saben que hacerlo es sinónimo de éxito y confianza, no solo la de saber que sus manos hacen “milagros” y convierten el cabello más estropeado en la mejor de las melenas, sino que te sientes en compañía de una amiga.

Es muy sincera y su corazón es de oro. Como a muchas personas, alguna vez se le ha cristalizado por el dolor, pero su fortaleza la ha hecho crecer, madurar y sentirse segura de quien es: una auténtica acróbata de los peinados que se esconde detrás de una melena corta, muy rubia, y que, pese a su juventud, apenas 33 años, esconde una amplia experiencia en el sector, casi15 años.

Siempre sabe qué es lo que mejor te queda.
Comenzaba sus estudios en la academia de peluquería en el año 2004, con apenas 16 años de edad, y mientras estudiaba ya ejercía la profesión en algunas peluquerías y en su casa. Al terminar, entra a trabajar en la conocida DeDiego Peluquería Barbería & Estética en Almería. “Estuve siete años hasta que en marzo de 2012 abro mi propia peluquería”, explica.

Ahora, casi una década después de la apertura de su «templo» de estilo, nos abre las puertas del que también es su hogar para contarnos su trayectoria. En casa no había ningún peluquero, ella hace historia desde niña. “Siempre quise ser peluquera. Con 10 años ya cortaba el pelo a mis muñecas y las maquillaba”, pero este reto, que puede parecer un habitual en cualquier chica de su edad iba más allá. “Les cortaba el pelo a mis amigas, se lo cortaba, les quitaba las cejas”, recuerda entre risas.

Sigue embelleciendo muñecas, pero ahora de carne y hueso.

Lejos de ser una tradición familiar, su pasión despierta la de su madre. Cuando ella estudiaba peluquería, la madre de Gema se embarca en este camino y una vez acabados los estudios acompaña a su hija en la peluquería, pero una alergia laboral la obligó a abandonar este camino.

Como todos los sectores, los días y meses son claves para la demanda. En su caso, los jueves y viernes son los días en que más vecinos del municipio buscan ponerse “guapos” de cara al fin de semana, y en este mes de diciembre las citas no cesan. Comidas navideñas, encuentros, festejos. Son una oportunidad de oro, como no lo son ni enero, ni noviembre ni agosto.

Aunque su clientela también la componen hombres, “que hoy en día se cuidan más que nosotras las mujeres. Cejas, limpieza de cutis, corte de pelo y de barba. Algo que ha hecho resurgir a las barberías. Ya ofrecen todos estos servicios”, puntualiza, en su mayoría son mujeres. No solo cortes y tintes, buscan “depilado de cejas y bigotes. Maquillaje para ocasiones especiales como festejos o bodas”, afirma.

Como a todo el sector, la pandemia le afectó gravemente. Pagos a los que seguir haciendo frente e ingresos cero. “Fueron meses muy duros y de mucha incertidumbre. Y al abrir, más. Mascarilla, cita previa, gel hidroalcohólico, muchos clientes que no venían por miedo. Sobre todo personas de más de 50 años, por ser personas de riesgo”, recuerda. Pero poco a poco todo volvió a la normalidad, bueno, a la nueva normalidad.

Es una acróbata de los peinados y, también, una psicóloga no reconocida.

Nos encontramos con Gema cuando las manifestaciones del sector de la peluquería se daban cita en todo el país en busca de una rebaja del IVA. “En 2008 lo subieron del diez al 21%. Es insostenible. Muchas peluquerías han tenido que cerrar”, afirma.  Y es que son muchos los pagos a los que se enfrentan. “Pagamos tres clases de IVA cada tres meses. Entre local, productos y las facturas que generamos por los servicios prestados. Más el autónomo”, concluye.

Pese a todo, continúa avanzando. “En este sector no puedes parar de formarte. Entre las tendencias de corte, color, productos. Todo evoluciona a pasos agigantados”, matiza. Y es que, para dar un servicio como el que Gema Tijeras ofrece, solo las ganas, la ilusión, el esfuerzo y la pasión tienen cabida.

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