Quedan muy pocas horas para despedir un año muy difícil que, como el anterior, ha estado marcado por la COVID-19, 2021. Son muchos los deseos y anhelos de que 2022 sea el año en el que se termine la actual crisis sociosanitaria.
Para la mayoría, esta fecha, 31 de diciembre, es una ocasión de celebración en familia y con amigos en casa, aunque este año tendrá que volver a ser con prudencia por el aumento de casos de contagios de la COVID-19. Pero las ganas de celebrar siguen intactas y sobre todo, las de decir adiós al 2021, pero con precaución. Andalucía afronta la Nochevieja en un nivel de riesgo muy alto, con la incidencia disparada por el incremento de contagios ocasionados por la variante Ómicron. Pese a ello, la Junta de Andalucía no ha anunciado restricciones más duras a las actuales, pero sí hace un llamamiento al sentido común.
En Andalucía continúa vigente el pasaporte COVID, documento que certifica la vacunación completa, haberse recuperado de la enfermedad o tener una prueba PCR negativa, que es obligatorio para acceder a espacios cerrados como los locales de hostelería y ocio nocturno, así como a residencias y hospitales.
Si queremos vencer esta batalla nuestra mejor arma es la prudencia. El Gobierno ha animado a seguir algunas recomendaciones como limitar las comidas de Navidad a un máximo de dos núcleos familiares, elegir vías públicas anchas para evitar aglomeraciones en las cabalgatas de Reyes o las campanadas de fin de año y mantener mesas interiores con un máximo de diez comensales para la hostelería.
Pese a las ganas de celebración, la situación es preocupante, el avance de contagios es imparable. Por lo que, en un alarde de responsabilidad, han sido muchos los hosteleros que han decidido prescindir de la que podría denominarse como la cena y fiesta más potente del año, como el restaurante de Huércal de Almería, Casa Rafael, que no ha dudado en cancelar la cena de fin de año prevista para esta noche.